INICIACIONES
Las iniciaciones son momentos únicos en la vida del iniciado, y es cuando ellos, los Señores de los Misterios, irradian su espíritu y su mental, imantan el ser inmortal del iniciado y lo dotan con el poder de activar sus poderes por medio de la Magia escrita.
Sólo iniciándose y consagrándose a Dios, delante los Señores de los Misterios, se vuelven magos, siervos de su Ley Mayor y Su Justicia Divina, y se recibe la otorga , el don divino , para recurrir a la magia escrita divina y usarla siempre que se necesite de ella.
Las activaciones mágicas sólo se activan si son hechas según ritos precisos y correctos regidos por la Ley Mayor y la Justicia Divina de Dios. Siendo necesario ser iniciado por un mago iniciador, en cada una de las Magias (Llamas, Hierbas, Piedras,Cruces,...), para recibir esta otorga Divina.
Las Divinidades no responden mágicamente a quien no conoce sus fundamentos y no fue iniciado en ellos.
Ser iniciado delante de las Divinidades Regentes de los Misterios es traer en sí las llaves activadoras de éstos. Sólo quién recibió de ellas sus imantaciones y vibraciones divinas y fue marcado y distinguido con sus símbolos sagrados impresos en sus cuerpos divinos puede considerarse como tal,
Iniciarse delante de los Tronos Regentes y Guardianes del Misterio de las 7 Hierbas Sagradas , de las 7 Piedras Sagradas y las 7 Llamas Sagradas es iniciarse en los principales elementos formadores de la naturaleza terrestre.
Los símbolos que son impresos en nuestro cuerpo elemental básico durante nuestra iniciación son símbolos de poder que nos gradúan y califican delante de los seres elementales, que los respetan y respetan a quien los posee, pues ven en esos “magos de hecho” los mismos símbolos que ven en los Tronos energéticos de sus divinidades regentes.
Durante cada una de las iniciaciones , el iniciado recibe un símbolo vivo y divino de las divinidades regentes y de las guardianas del misterio delante del cual está siendo iniciado, símbolo éste que lo distinguirá tanto delante de los seres de naturaleza divina cuanto delante de los seres elementales.